JOSÉ MIGUEL VIÑAS – El 7 de diciembre de 1972, apenas 5 horas después de su lanzamiento, los miembros de la última misión tripulada a la luna –el Apolo 17– tomaron una espectacular fotografía de la Tierra que dejaban atrás en su periplo espacial. A unos 45.000 kilómetros de distancia, nuestro planeta lucía esplendoroso en mitad de la oscuridad del espacio. La fotografía fue bautizada por la NASA como “La canica azul” (The blue marble, en inglés), siendo desde entonces la imagen que más se ha publicado de la Tierra vista desde el espacio.
Desde los años de las misiones Apolo hasta la actualidad, gracias a los diferentes satélites y sondas que la NASA ha lanzado al espacio, han ido apareciendo nuevas fotografías de la Tierra tomadas por esos ingenios espaciales. En muchos casos, se trata de imágenes tratadas digitalmente que no representan de forma fidedigna a nuestro planeta, pero que también se han bautizado con el nombre de “La canica azul”. Recientemente, circulaba por Internet la última de estas “canicas”; una fotografía de gran belleza que se anunciaba como la imagen de mayor resolución de la Tierra publicada hasta ahora.
Si analizamos la imagen, nos llaman la atención una serie de detalles. En realidad, no se trata de una instantánea de la Tierra, sino de un mosaico de imágenes que tomó el satélite Suomi-NPP el pasado 4 de enero de 2012. Además, lo que aparece en la fotografía no es la circunferencia completa de nuestro planeta, como en el caso de la “canica azul” de 1972, sino una porción del Hemisferio Norte, lo que salta a la vista debido al gran tamaño que tiene Norteamérica con respecto al disco terrestre. También están retocados los colores y hay algún que otro truco, como la eliminación de nubes sobre EEUU, destinado a resaltar el territorio estadounidense.
En octubre de 2011 la NASA puso en órbita el satélite polar NPP, al que a finales de enero rebautizó con el nombre de Suomi-NPP. Lo hizo para rendir homenaje al meteorólogo estadounidense Verner Suomi, fallecido en 1995 y conocido como “el padre del satélite meteorológico”. Suomi fue un pionero en el desarrollo de los radiómetros que, instalados en los satélites, posibilitaron la obtención de imágenes de satélite. Además, en los años 80, Suomi apoyó la implantación del sistema MacIdas en el antiguo Instituto Nacional de Meteorología (la actual AEMET); un sistema que contribuyó decisivamente al desarrollo del análisis y la predicción meteorológica en España.
Con posterioridad a la publicación de esta “canica azul” tuneada, la NASA dio a conocer una segunda fotografía de otro sector terrestre, que nos recuerda bastante a la fotografía de 1972 –salvando las distancias–, aunque vuelve a tratarse de un mosaico de imágenes tratadas digitalmente.
En este caso, vemos el continente africano exageradamente grande y no se han podido camuflar unas bandas blanquecinas que ocultan las líneas de unión de los diferentes “gajos” que tuvieron que ensamblarse para confeccionar la imagen completa del disco.
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Resulta bastante inexacto decir que el continente africano aparece «exageradamente grande» en las imagenes.
Las fotografías de satélite muestran su verdadera dimensión, lo que ocurre es que el redactor probablemente está acostumbrado a las proporciones del mundo que muestran los mapamundis creados usando la proyección de Mercator, que es la utilizada habitualmente y que distorsiona mucho los tamaños de las regiones del hemisferio sur, haciendo parecer mayores, curiosamente, a las regiones europeas y de norteamérica.
La proyección Gall-Peters da una idea más aproximada de las dimensiones de los continentes del planeta.
http://es.wikipedia.org/wiki/Gall-Peters