Un estudio del Instituto Karolinska muestra que si una persona sedentaria empieza a practicar ejercicio, modifica epigenéticamente su ADN en cuestión de minutos.
La epigenética se ha convertido en una de las ciencias más revolucionarias del siglo XXI. La idea fundamental es la siguiente: tú naces con una determinada secuencia de ADN, pero las circunstancias que rodeen tu vida (dieta que lleves, estrés al que estés sometido, enfermedades…) harán que algunos genes estén más o menos activados.
Hasta cierto punto esto ya era conocido. En cada una de tus células tienes genes que sólo se expresaron en un momento muy determinado de tu etapa embrionaria. Y evidentemente si consumes mucho azúcar, tus células pancreáticas producirán más insulina. Pero esto viene por señales químicas de origen extracelular.
Lo descubierto en los últimos años es que nuestro organismo tiene un mecanismo muy preciso para ir activando o desactivando genes concretos de tu ADN en función de tus necesidades: enganchar unos grupos metilos en nucleótidos específicos que aumentan o disminuyen la expresión génica. Es decir; el entorno modifica la predisposición genética con la que naciste. Y lo más inverosímil: algunos de estos cambios pueden transmitirse a tu descendencia.
El campo de investigación más activo en epigenética es el cáncer. Hay tumores causados por alteraciones epigenéticas, y ya existen fármacos específicos que actúan sobre ellas.
«El entorno modifica la predisposición genética con la que naciste. Y lo más inverosímil: algunos de estos cambios pueden transmitirse a tu descendencia».
Ahora científicos del Instituto Karolinska han comprobado que al hacer ejercicio, tus células musculares reaccionan de manera inmediata con modificaciones epigenéticas del ADN para producir más masa muscular. Sabíamos que al practicar deporte aumentabas el metabolismo de azúcares y grasas. Pero la autora principal del estudio,
Juleen Zierath, explica a CONEC: “lo que hemos descubierto y nadie esperaba era que las modificaciones epigenéticas eran tan rápidas y anteriores al cambio metabólico”.
El experimento consistió en analizar células musculares de voluntarios antes y después de practicar ejercicio intenso. Observaron que tras el esfuerzo tenían menos grupos metilo en segmentos de ADN involucrados en la expresión de genes importantes en la adaptación muscular al ejercicio. “Lo importante es que estas metilaciones son estables durante un período importante de tiempo”, explica Juleen Zierath, insistiendo en el mensaje de que “nuestros músculos son plásticos y se adaptan a lo que hagas. Si no los utilizas los pierdes”.
Juleen Zierath: “Nuestros músculos son plásticos y se adaptan a lo que hagas. Si no los utilizas los pierdes”.
Respecto a si estos cambios epigenéticos pueden ser transmitidos a la descendencia, la doctora Zierath explica en exclusiva para CONEC: “éste va a ser nuestro siguiente experimento. Lo vamos a realizar con ratones alimentados y criados exactamente en las mismas condiciones, para ver si los que practican ejercicio y alteran las metilaciones de ADN pasan esta información a su descendencia.”
Si se confirmara, sería realmente un cambio conceptual enorme: en las clases de biología nos han enseñado que si tú naces con unos genes de enclenque y te pasas horas y horas al gimnasio, tu cuerpo se musculará pero la información genética que pases a tus hijos será la original de enclenque. En cambio si las marcas epigenéticas relacionadas con el ejercicio se transmiten, tu hijo nacerá con más o menos predisposición a la musculatura en función de la actividad física que hayas llevado en tu vida.
Referencias: Romain Barrès, Jie Yan, Brendan Egan, Jonas Thue Treebak, Morten Rasmussen, Tomas Fritz, Kenneth Caidahl, Anna Krook, Donal J. O’Gorman & Juleen R Zierath
Acute Exercise Remodels Promoter Methylation in Human Skeletal Muscle. Cell Metabolism, online ahead of print 7 March 2012
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¿Si lo he entendidco bien, entonces LAMARK llevaba razón? ¿ Se transmiten los caracteres adquiridos?
Si eso fuera cierto, tendrían razón los dos:Darwin y Lamark. Y yo, a los alumnos les hacía ver lo acertado de Darwin y lo desacertado de Lamark.
¡Qué se dé prisa en en esa confirmación!