Muchas aplicaciones de la ciencia constituyen una herramienta tremendamente útil para perfeccionar nuestro conocimiento de la historia. Todos conocemos el valor del 14C para solventar cuestiones cronológicas, pero hay otro isótopo, el del estroncio, que nos puede servir para conocer en qué regiones vivió una persona a lo largo de su vida, lo cual puede ayudar a resolver otro tipo de cuestiones históricas. En esta ocasión, quiero presentar como ejemplo el caso del primer rey de Copán.
El fundador de la importante ciudad maya de Copán (Honduras), fue el rey K’inich Yax K’uk’ Mo’, del que tenemos algunos datos principalmente a partir de fuentes escritas (en glifos mayas) posteriores a él. Su reinado se sitúa entre los años 426 y 437 d.C. y, sin duda, uno de los principales monumentos que muestran su importancia como fundador y ancestro de una larga serie de reyes de Copán, es el llamado Altar Q. En un lateral del altar, el rey fundador aparece conversando con el 16º rey de Copán, Yax Pasaj Chan Yopaat, que ordenó tallar este bloque en el año 776 d.C.
Según la inscripción glífica de la parte superior del altar, el 5 de septiembre del año 426, K’uk’ Mo’ tomó el cetro del dios K’awiil y alcanzó el rango de rey en el lugar de Wi te’ naaj, un sitio distante de Copán cuya posición se desconoce. Curiosamente, también el primer rey de Quiriguá (Guatemala), una ciudad cercana a Copán, fue coronado en el mismo lugar. Sólo 152 días después de dicha coronación Yax K’uk’ Mo’ llegó a Ux Witik (nombre original de Copán).
Aunque el atuendo de Kinich Yax K’uk’ Mo’ es propiamente maya, la iconografía nos lo muestra con una especie de anteojos, rasgo que tiene su origen en el ámbito de la poderosa Teotihuacán (México). Esta mezcla de estilos mayas y teotihuacanos se observa también en la arquitectura de Copán durante el siglo V d.C. En estas condiciones, hace tiempo que los mayistas sospechan que el rey fundador de Copán podría ser un foráneo vinculado a la casa real de Teotihuacán, o de Tikal (donde en 378 se había instalado un general de muy posible origen teotihuacano).
Así, debemos preguntarnos: ¿Era oriundo de Copán su rey fundador o vino de fuera para establecerse allí? ¿estuvo sometida Copán a Tikal o a Teotihuacán, o esta asociación se debe únicamente a una influencia artística? ¿Cómo podríamos dar respuesta a estas cuestiones?. Como veremos, será un elemento químico, el estroncio (Sr), quién nos ayude, esta vez, a resolver este problema histórico.
En 1995 un grupo de arqueólogos descubrieron una tumba en la fase Hunal (principios del siglo V) del Templo 16 de Copán. La tumba contenía el esqueleto de un hombre adulto (entre 55 y 70 años de edad), con inscrustaciones de jade en sus dientes (prueba de su pertenencia a la élite), y con numerosas marcas de lesiones supuestamente de guerra. Su posición profunda en el templo, a 30 metros por debajo del suelo de la estructura final (la última de las numerosas fases constructivas entre las que destaca la del templo Rosalila, hallado casi completo), y la aparición de su nombre y efigie a lo largo de todas las fases constructivas, denotan la importancia de este personaje como ancestro de los reyes de Copán. Estamos, a todas luces, ante los restos del rey Kinich Yax K’uk’ Mo’.
El estroncio, aún en cantidades muy reducidas, se incorpora a partes del cuerpo humano como los huesos o el esmalte de los dientes, a través del agua y la comida. El esmalte de los dientes crece a base de capas a lo largo de la vida de la persona, de modo que en cada capa queda una cantidad de estroncio variable. Dado que la tasa de isótopos de 87Sr respecto a los de 86Sr es constante según regiones (pues está muy relacionada con las características geomineralógicas de la zona), la proporción entre ambos isótopos, tal como queda fosilizada en el esmalte dental, es un indicador perfecto del lugar donde transcurrió la vida de una persona y del tipo de alimentación que llevó.
En el caso de Kinich Yax K’uk’ Mo’, se ha comprobado cómo los niveles de 86Sr y 87Sr acumulados en las primeras capas de crecimiento dental de este rey no obedecen a las características geológicas del entorno de la ciudad de Copán, sino que son propias de la región de Tikal, una ciudad que desde finales del siglo IV cayó bajo la influencia de Teotihuacán.
En la fase Margarita del templo 16, fue descubierta en 1993 la tumba de una reina, que se supone debe ser la viuda de Kinich Yax K’uk’ Mo’. La mujer estaba rodeada de un rico ajuar en el que incluso había piezas de influencia teotihuacana. En este caso, los análisis de estroncio llevados a cabo demostraron que ella sí era oriunda de Copán.
Queda claro, pues, que el rey Kinich Yax K’uk’ Mo’ fue enviado a Copán desde su ciudad de origen, Tikal. Y en Copán, este rey fundador se casó con una mujer que probablemente pertenecía a la realeza de la zona. Dado que la dinastía que se había asentado en Tikal en 378/9 procedía de Teotihuacán, se entienden las influencias artísticas teotihuacanas que desde Tikal se transfirieron a Copán.
Como vemos, gracias al estroncio se ha podido corroborar una hipótesis que, ya a partir de las pruebas epigráficas y arqueológicas, sugerían los mayistas.
Me ha parecido muy interesante
Es muy interesante 🙂