MÓNICA G. SALOMONE – El 19 de Junio de 2004 tres astrónomos descubrieron desde el Observatorio Nacional de Kitt Peak, en Arizona (EEUU) al asteroide que más tarde fue bautizado como Apofis -el nombre griego del dios egipcio Apep, el destructor-.
Los cálculos iniciales de su órbita estimaban una cierta probabilidad de impacto con la Tierra, algo habitual cuando, como en el caso de Apofis, se cuenta con pocas observaciones. Lo que ya no es tan frecuente es que esa probabilidad aumente a medida que se hacen más observaciones, en lugar de reducirse. Eso pasó con Apofis, que acabó convirtiéndose en el asteroide con mayor probabilidad de chocar con la Tierra jamás detectado. Sólo cuando fue identificado en imágenes de archivo, anteriores a las de su descubrimiento, la órbita de Apofis pudo recalcularse con más precisión y se eliminó la posibilidad de impacto.
Este caso ilustra la importancia de buscar asteroides en las imágenes almacenadas en los archivos de los telescopios, y esto es precisamente lo que cualquier aficionado puede hacer ahora desde el ordenador de su casa, mediante el programa de Recuperación de Asteroides puesto en marcha por el equipo del Observatorio Virtual Español (SVO).
El Observatorio Virtual es un proyecto internacional para lograr que las observaciones realizadas con telescopios en todo el mundo, basados en tierra y espaciales, estén disponibles para toda la comunidad astronómica internacional. Su parte española, el SVO, gestiona las observaciones del observatorio de Calar Alto; del Gran Telescopio Canarias, instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Instituto de Astrofísica de Canarias, IAC), en la isla de La Palma; y del telescopio espacial ultravioleta IUE de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El SVO ha desarrollado un programa que permite a voluntarios de todo el mundo buscar asteroides buceando en los archivos de los telescopios a cuyas observaciones se accede a través del Observatorio Virtual. Estas observaciones almacenadas, que en su día fueron pasadas por alto, pueden servir para definir mejor la órbita de los asteroides, como ocurrió en el caso de Apofis.
Como explica Enrique Solano, del Centro de Astrobiología (CAB), investigador principal del SVO, “los asteroides potencialmente peligrosos –PHAs en sus siglas en inglés- son objetos cercanos con altas velocidades relativas, y aparecerán en posiciones ligeramente diferentes. Si disponemos de múltiples imágenes del objeto tomadas en distintas épocas, obtendremos un cálculo preciso de su órbita. Esto resulta determinante para los objetos que tienen una probabilidad no despreciable de impactar la Tierra, porque siguiéndolos y actualizando sus órbitas es posible predecir mejor dicha amenaza”.
El programa se lanzó el pasado verano, y cuenta ya con unos 3000 voluntarios registrados que han aportado 80.000 mediciones. Estos ‘predescubrimientos’ –descubrimientos en observaciones de archivo- se envían al centro de la Unión Astronómica Internacional que publica las estadísticas sobre asteroides, el Minor Planet Center, en EEUU.
Por ahora no se ha dado ningún caso como el de Apofis, pero Solano cree que “los aficionados están respondiendo muy bien, el programa es todo un éxito”.
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