Mònica López: «El cambio climático no es una cuestión de fe, es un hecho que ya está ahí»

Mònica López Moyano (La Seu d’Urgell, 1975), licenciada en Física por la Universitat de Barcelona, es desde 2008 jefa del departamento de Información Meteorológica de TVE, a donde llegó tras presentar desde 2003 el espacio del tiempo en TV3 y Canal 33. Cofundadora y presidenta de la Asociación de Comunicadores de Meteorología (Acomet), es también Máster en Análisis Político por la Universitat Oberta de Catalunya. La entrevista tiene lugar en la sala Darwin del Campus de Burjassot, en donde acaba de impartir una conferencia dentro de los actos de celebración del cincuentenario de los estudios de Matemáticas en la Universitat de València.

—Su participación en este ciclo de conferencias ya es toda una toma de posición, pero le pido una valoración sobre la importancia que tiene para usted la divulgación científica.
—La importancia de la divulgación científica es la importancia de la educación. Para tener un país competente, no dependiente de la economía del ladrillo, evolucionado, con gente más solidaria… es necesaria la educación. En todos los ámbitos es necesaria la cultura y la ciencia es fundamental. Necesitamos un país en el que la gente entienda que la ciencia es importante, que nos da calidad y años de vida, que nos lo da todo. La ciencia es todo, porque todo o gran parte de nuestra forma de vida se debe a la ciencia, a los avances científicos. Para mí, una de las cosas más importantes que hacemos en nuestro espacio es eso, es acercar ciencia. Porque al final, cuando contamos cosas, estamos haciendo ciencia. Antes, una señora me decía: “me gusta ver ‘El Tiempo’ porque aprendo” y yo le respondía que ese es para mí el mejor piropo. El mejor halago es el de aquel maestro que me decía “le digo a mis alumnos que vean ‘El Tiempo’ porque aprenden geografía, aprenden cosas de ciencia, aprenden la importancia de todo lo que hay detrás de la naturaleza…” Para mí, eso es lo mejor.

—Es cofundadora y presidenta de Acomet, la asociación de comunicadores de Meteorología. ¿Cuáles son los objetivos que persiguen?
—Trabajamos para mejorar la comunicación meteorológica y ahora estamos intentando mejorar la comunicación sobre el cambio climático. De hecho estamos intentando organizar un encuentro sobre comunicación de cambio climático.

—¿Qué les respondería a quienes aún cuestionan el cambio climático?
—Que el cambio climático no es una cuestión de fe. Los científicos de todo el mundo están de acuerdo en que el calentamiento global es un hecho y el cambio climático es algo que ya está ahí. Siempre hay que si los negacionistas, que si el informe independiente, que si… Me parece absurdo cuestionarnos algo que los científicos afirman.

«El cambio climático no es una cuestión de fe, es un hecho que ya está ahí»

—Vicente Caselles, catedrático de Física de la Tierra y Termodinámica de la Universitat de València, afirmaba en una entrevista en Conec.es que el alarmismo sobre el cambio climático no es malo, “porque si no exageras no te hacen ni caso”. ¿Comparte esa posición?
—El problema es que el alarmismo puede tener un efecto rebote. Si a la gente la alarmas demasiado, puedes producir un efecto rebote. El cambio climático tiene un problema y es que es algo a largo plazo, no es algo para mañana. Nosotros siempre comparamos el cambio climático con el fumar, con el cáncer. Si a una persona que fuma le dijeras que el siguiente cigarro que se fumara lo mataría, no se fumaría ningún otro. En cambio, como le dices que el tabaco puede matarle el futuro, pero él conoce a gente que ha fumado hasta los 85 años y estaba sano… El cambio climático juega con esa desventaja, porque es algo del futuro. No puedes decirle a alguien que dentro de quince años no podrá hacer algo. No puedes. Ese es el hándicap que tiene el cambio climático, que es una cuestión de tiempo. Siguiendo con el símil del cáncer de pulmón, le dices al fumador que sus hijos van a heredar sus pulmones. Entonces lo ve de otra manera. Si te dijeran que el tabaco a lo mejor no te mata, pero tus pulmones los heredará tu hijo, posiblemente te lo pensarías de otra manera.

—¿Qué o quién le hizo dirigir su actividad profesional hacia la Meteorología tras especializarse en Física de la Tierra y el Cosmos?
—Una de las ramas de Física de la Tierra y el Cosmos es Meteorología, Geofísica y Astronomía, con lo cual dedicarme a la Meteorología estaba dentro del ámbito de lo que había estudiado. Pero yo jamás había pensado dedicarme a la televisión, sino que planeaba ejercer la docencia. Empecé a presentar el tiempo en Vía Digital porque ésta encargó a TV3 la creación de un canal de Meteorología y quien dirigía aquello era Tomás Molina, que tenía un currículum mío que había entregado para acceder a una beca. Me llamó y decidieron cogerme.

—¿Qué porcentaje de acierto en una previsión meteorológica se debe a la estadística y a las Matemáticas y cuánto a la experiencia personal?
—Diría que depende de la situación. Hay situaciones en las que las Matemáticas van muy bien y la experiencia no es incluso ni necesaria, porque el modelo funciona y te da la salida coherente. Hay otras, normalmente las más complicadas, en las que los modelos tienen más lagunas y la experiencia es importante. En las situaciones de aire frío en el Mediterráneo, por ejemplo, la experiencia es importante porque normalmente los modelos no lo pillan bien. El Mediterráneo es un mar peculiar, muy cerrado, relativamente poco profundo, cálido… y el comportamiento de las masas de aire son difíciles de prever. En esos casos, la experiencia es muy importante.

«La perfección no existe en meteorología porque la naturaleza es imposible de modelizar al complet»

—El desarrollo de los satélites y radares meteorológicos han revolucionado en los últimos años la observación y la predicción, optimizándola. ¿Se podrá conseguir algún día el modelo probabilístico perfecto?
– No. La perfección no existe en Meteorología por la cuestión del caos. Edward Lorenz, autor de la Teoría del Caos, era meteorólogo. El caos significa que la naturaleza es imposible de modelizar por completo. No puedes saber por completo cuál es su estado, porque está compuesto de tantos factores que es imposible controlarlos todos. No puedes controlar todos los emisores de calor y de frío, todos los emisores de gases, no puedes controlarlos a todos. Jamás será posible llegar a modelizar algo que no puedes conocerlo por completo de ninguna manera.

—Cuando diariamente prepara una predicción, ¿qué teme más, pasarse o no llegar?
—Depende. Sí que es cierto que lo difícil está en la justa medida. Hace poco nevó en Madrid una hora, muy poquito, eran copitos pequeñitos que no cuajaron, no fue importante, no provocó ningún problema de tráfico… fue un episodio puramente anecdótico. En TVE no dijimos que iba a nevar en Madrid porque la cota era de 700 metros y la precipitación iba a ser inapreciable. Por alguna gente se consideró un error, pero para mí fue un acierto. Cuando decimos que en Madrid va a nevar, la gente se imagina la ciudad de blanco. Si hubiéramos anunciado que iba a nevar, la gente hubiera dicho “¿esto? esto no es nevar, pero si han caído cuatro copos…”. Muchas veces el punto medio es el complicado y la percepción de cada uno también lo es.

—¿Cambiaría el rigor científico por unos puntos más de audiencia televisiva?
—Por audiencia, no. Nosotros tenemos que elaborar un contenido que sea interesante, riguroso, que esté bien hecho, pero que la gente lo vea. Cuando TVE dejó de emitir publicidad, muchos nos decían que ya no nos importaba la audiencia. A mí me sigue importando. Que el dinero que financie TVE venga de un patrocinio publicitario o venga de otro lado no es en cierto modo asunto mío. Lo que no tiene sentido es que yo haga algo que nadie vea. Evidentemente, mi información tiene que verla la gente, si no carece de sentido que la haga. Al final, en cierto modo, renuncias a algunas cosas para hacerlo más atractivo. Has de renunciar a cierta terminología, a ciertas explicaciones muy concretas para que la gente lo vea, pero tienes que llegar a una “entente cordiale” entre una cosa y la otra.

—¿Le sorprende que, según los datos de un estudio del CIS, los meteorólogos sean los informadores más fiables y demandados por los ciudadanos?
—No me sorprende. La verdad es que los meteorólogos somos respetados y creo que porque nuestra información no da lugar a jugar con ella. Siempre les digo a los periodistas que la información meteorológica sigue el proceso que debería seguir toda información. Yo voy a la fuente, no hablo de oídas, no me baso en lo que dice Aemet, miro el modelo, busco la información y la elaboro. Encuentro la información en la fuente, la elaboro e intento que sea comprensible. Al final, eso es lo que debería hacer cualquier periodista. No coger un teletipo de agencia y trascribirlo, sino ir a la fuente. Seguimos el proceso más fundamental de una información periodística.