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Isabel Burdiel, Premio Nacional de Historia 2011: «Este premio debería abrirse más a nuevos géneros para contar la historia»

IRENE SÁNCHEZ ARTERO – Isabel Burdiel (1958) nos recibe entre alumnos y alumnas que entran y salen de su despacho. Unos se acercan a resolver alguna duda, otros a encaminar una tesis doctoral. Esta catedrática de Historia Contemporánea de la Universitat de València ha sido galardonada con el Premio Nacional de Historia 2011 gracias a su biografía sobre la reina Isabel II.

Foto: Taurus

Un estudio minucioso y documentado que le ha llevado a la autora cerca de una década de estudio. Todo para desvelar cómo era realmente Isabel Luisa de Borbón y Borbón, la hija legítima de Fernando de Borbón y la regente María Cristina. Una obra alejada del amarillismo, los chismorreos y los rumores. Burdiel es especialista en historia política y cultural del liberalismo europeo del siglo XIX. Entre sus publicaciones podemos destacar La política de los notables (1987), Vindicación de los derechos de la mujer de Mary Wollstonecraft (1994), Frankenstein de Mary Shelley (1996) y el ensayo La dama de blanco. Interesada en la figura de Isabel II y su entorno, ya publicó en 2004 una primera biografía llamada Isabel II, no se puede reinar inocentemente.
El galardón tiene por objeto reconocer y estimular la importante labor de estudio e investigación histórica que viene realizándose en los temas relacionados con la historia de nuestro país, y está dotado con 20.000 euros.

Pregunta: Ha dedicado casi una década en dar forma a la biografía de la reina Isabel II. Después de sus conocimientos, ¿qué significa para usted este personaje histórico?
Respuesta: A mí me ha interesado el papel de la Reina Isabel II porque quería estudiar el papel de la monarquía en el siglo XIX. Reinó en un momento de cambio entre el absolutismo y el liberalismo, situación que podríamos comparar a efectos ilustrativos como el tránsito entre el franquismo y la democracia. A mí me interesaba ver la monarquía por dentro y el personaje de Isabel II tiene interés en función del problema histórico. En ese sentido es muy interesante porque se enfrenta a dilemas históricos importantes, lo hace en unas condiciones muy difíciles y acaba siendo un obstáculo para el liberalismo en España.

P: El reinado de Isabel II marcó un hecho histórico: el cambio del absolutismo a la monarquía liberal. Controlada por su madre, su marido y los partidos políticos de aquella época, ¿qué poder tuvo realmente?

R: Tuvo mucho poder negativo y escaso poder positivo. Pudo obstaculizar la labor de los partidos políticos y frenar los intentos de control de su madre a partir de determinado momento. En ese sentido lo que la reina hizo fue intentar dividir a los partidos políticos para conseguir ella más margen de maniobra. Tiene un grado importante de responsabilidad, pero yo diría que no es fundamental en el desarrollo del reinado.

P: ¿Qué representa como figura femenina?
R: Por el hecho de ser mujer desde el primer momento fue un problema e instrumento político. Surgió la Guerra Carlista porque su tío (Carlos María Isidro de Borbón) se negó a que una mujer pudiera llegar al trono, pero más que una guerra dinástica fue una guerra política entre liberales y absolutistas. El hecho de ser mujer cualificó el tipo de legitimidad que se esperaba de la Monarquía. Además, se criticó mucho su vida privada, cosa que si hubiera sido un varón nunca hubiera pasado.

P: Ha redactado la biografía gracias a unos archivos inéditos de María Cristina. ¿Qué relación mantenía con su hija?
R: Una relación de poder, naturalmente. Ella fue regente, su hija era muy pequeña y  María Cristina intentó mantener a Isabel en una situación de tutela. Esa situación se mantuvo hasta la revolución del 54 y, a partir de entonces, María Cristina tuvo que exiliarse y la reina Isabel II intentó sacudirse la tutela de su madre. Tuvieron una relación tensa y enormemente hipócrita en los últimos años de su vida.

P: También ha trabajado con comunicados confidenciales entre distintas embajadas. ¿Ha desvelado usted un nuevo caso de Wikileaks?
R: No exactamente. He trabajado mucho con documentación diplomática inédita y mucha información entre Embajadas confidencial. Wikileaks tiene sentido porque se está hablando de la política actual. Lo que sí es cierto es que es una documentación que hasta la fecha no se conocía. Los embajadores muchas veces se equivocan, así que hay que tener cuidado y contrastar bien la fuente, porque es gente con acceso a las intrigas y secretos de la alta política y no se puede obviar.

P: El siglo XIX tiene democracias, guerras civiles y dictaduras. ¿Es un reflejo de lo que luego sería la España del siglo XX?
R: En potencia muchas de las posibilidades que se desarrollaron en el siglo XX estaban ya en el siglo XIX. El ver cómo iba a evolucionar el liberalismo, si hacia una corriente democrática o no. El cómo iba a evolucionar el tipo de política, la relación entre los partidos, la relación de la Corona… No quiero decir que los hechos ocurridos del siglo pasado ya estuvieran escritos en el siglo XIX, pero sí había muchas posibilidades para desarrollarse.

P: ¿Se parece en algo la monarquía de Isabel II a la de Juan Carlos I?
R: No se parecen en nada porque hay una diferencia sustancial: el régimen de Isabel II era un régimen liberal y el de Juan Carlos I es democrático. El planteamiento de Isabel II era conseguir que los varones propietarios o con algún mérito académico accedieran al derecho al voto y la ciudadanía. Sin embargo, la gran inteligencia de Juan Carlos, que ha aprendido de los errores de su familia, hace que trabaje y apueste por la democracia sin condiciones.

P: ¿Cómo en aquella época fueron capaces de eliminar la ley sálica y hoy en día no?
R: La ley sálica en sí no se mantiene. En aquella ley lo que se pretendía era que las mujeres en ningún caso pudieran gobernar, por lo que si no había descendencia directa masculina, pasaba a descendencia colateral. Sin embargo, en estos momentos se da prioridad al varón, pero las mujeres pueden ser reinas. Cosa que tampoco tiene sentido y creo que hay que hacer una reforma rápida de la Constitución porque en nuestra sociedad actual una distinción sexista así no se debería mantener.

P: ¿Qué ha significado para usted recibir este premio?
R: Una gran satisfacción porque ha sido el reconocimiento del trabajo de muchos años. También por el orgullo que implica estar en compañía de algunos historiadores que me han precedido por los que siento una profunda admiración. También es bueno ver que se empieza a reconocer el trabajo de las mujeres y empezamos a tener cabida entre los premiados. Y, por último,  la satisfacción a que sea un premio a una biografía, porque creo que es un género importante y a menudo olvidado. El Premio Nacional de Historia debería abrirse más a nuevos géneros para contar la historia.

P: No es la primera vez que gracias a temas relacionados con la monarquía se obtiene el Premio Nacional de Historia. ¿Está de moda el tema de la Corona?

R: En estos momentos hay una gran corriente de análisis social, cultural de las monarquías europeas desde un punto de vista que tiene muy poco que ver con la vieja historia política. Mi libro es diferente.

P: ¿En qué trabaja en estos momentos? ¿Tiene algún nuevo proyecto entre manos?
R: Estoy valorando distintos proyectos, pero de momento quiero tomarme una temporada de calma y lectura.

P: ¿Qué opinión le merecen las series históricas?
R: Si están bien hechas me parece que son un medio de transmitir conocimiento histórico aunque siempre atravesado por la ficción. Hay series inglesas fantásticas que pueden despertar el interés por la historia. Sin embargo, las hay que son puro amarillismo y están mal hechas. De la misma manera que debemos aprender a escribir la historia como lo hacen los anglosajones, intentando llegar a la máxima cantidad de gente, tenemos que aprender a hacer series históricas de calidad. Aunque ya hay algunas que no están nada mal; como Cuéntame cómo pasó de Televisión Española que es realmente buena o Águila Roja, que me han dicho que no está nada mal.

P: ¿Sabe que Televisión Española va a presentar una sobre la vida de Isabel II próximamente?
R: No tenía ni idea, pero le prestaré atención.

Foto de la entrevista: Miguel Lorenzo / Nou Dise

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One Response to Isabel Burdiel, Premio Nacional de Historia 2011: «Este premio debería abrirse más a nuevos géneros para contar la historia»

  1. Beatriz Monerri 27 agosto, 2013 at 19:54 #

    De todo el pasado histórico podemos aprender grandes lecciones. Es muy positiva la divulgación de la obra de la profesora Burdiel, que en este caso además, ha sido premiada. Para amar nuestro país es un muy imprtante adentrarnos en su historia. Los hechos del pasado forjan el presente, son un camino recorrido, en ocasiones, superando grandes baches que solo sirven para fortalecernos como nación.
    Compraré y leeré con interés el libro de Isabel II. Gracias profesora por ilustrarnos sobre un período especialmente intenso de la historia de España.

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